Timebomb.

Mira que yo era un desastre:
algo lenta, inestable, emocional, impredecible, a veces amargada, impulsiva e insegura.
Pero desde que él me quería, cada una de esas cosas se volvían pequeñas y diminutas...
Hasta que estallaban de nuevo, como una bomba de tiempo.

Recuerdo que una vez me dijeron "a ti hay que tenerte paciencia, porque unos días te amas mucho y otros te odias mucho".
Y era verdad.
No se equivocó al decirlo.

Porque esa bomba de tiempo se activaba solo en aquellos días en los que me odiaba y me sentía insuficiente...
En esos días en los que cualquier palabra podía volverme insegura y hacer que me deprimiera sin razón.

Esos eran los días que odiaba:
Los días en los que me ponía a llorar al escribir algo.
Los días que tiemblo y me pongo fría porque aguanto las ganas de llorar.
Los días en los que me odio, siempre, un poquito más.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

-1

Querido mejor amigo.