Entradas

Mostrando las entradas de agosto, 2015

Desearía que estuvieras aquí (Aporte)

Sé que estás prestando atención a lo que lees, sé que esperabas esto. ¿Estás lo suficientemente ansiosa para leerme? ¿Tu mente está lista? ¿Tú estás lista? Porque yo lo estoy. Y sé que t ú lo estas. Mi mente explotar á Maldita mierda comercial Me voy a embriagar Para nunca despertar Es verdad, la navidad es alegría. Mi cuerpo se congela de ella, la fría alegría. Desearía que estuvieras aquí, para refugiarme en tu calor. Pero no es así, el maldito sur oeste y su gente estan a tu favor. Me ahogo con toda la mierda que jamás llegué a decir. Desearía que estuvieras aquí, para contarte cada detalle. Pero tus oidos están llenos de nuevas historias, a la cual sonríes, sin firmeza. Maldigo a todos los pandas que habitan en el sol naciente. Desearía que estuvieras aquí, para así maldecir juntos. Pero cenas bambú al lado del oso de blancos y negros trozos. Me siento derrotado, una vez más, por el mismo oponente. Desearía que estuvieras aquí, para luchar jun

Reconocerte.

Hola. Tengo que admitir que no me caías bien, aunque, con el paso del tiempo, aprendí a quererte. O quizá ya te quería desde antes, no lo sé. Sé que solo te conozco desde hace meses, aunque, para mí, parece una eternidad. O, más bien, te reconozco; porque, tú y yo, nos conocemos desde niños: desde que ambos estábamos en edad de juegos y sonrisas. Nos conocemos desde ahí pero, ahora, nos reconocemos. ¿Reconocer? Sí, una palabra común en un contexto diferente, pero es así. Tuvimos que volver a enterarnos de todo: gustos, carácter, costumbres... volver a crear una imagen mental distinta a la que teníamos. Aprendí a quererte, no sé como, pero lo hice. Aprendí a querer esa sonrisa y esos ojos que me miran; aprendí a reírme de cada tontería que me dices; aprendí que, contigo, gané otro hermano... Sí, es cierto, contigo he aprendido muchas cosas. Admito, también, que la noticia de tu accidente me tomó desprevenida. Realmente, no tuve tiempo de pensar en tí. Tuvieron que pasar dos día

Quizá sea demasiado tarde

Para ser sincera, nunca antes me sentí tan culpable en la vida. Quizá sea porque muy pocas veces me detuve a pensar lo que decía; porque no deseaba ilusionarle; porque no deseaba que sufriera, cuando él ya estaba cansado de sufrir; porque solo logré escucharle unas pocas veces; porque no fui la mejor amiga; porque siempre le veía como un amigo y nada más... Quizá por miles de situaciones que poco a poco nos destruían. Pero no lo ví. Lamentablemente abrí los ojos demasiado tarde. Quizá dentro de mí no exista el amor que el desea y menos el que necesita, pero existe un cariño muy grande. Un amor filial que siempre le pertenecerá. Sí, cometí errores... cometimos errores, pero eso nos hace seres humanos, nos hace sentirnos un poco más vivos. Quizás el dolor que siento en el pecho sea similar al de él, quizá logré entenderlo, así sea por una vez. Aunque creo, definitivamente, que es muy tarde para darme cuenta que tenemos más similitudes que diferencias.