A memory (para mi abuelo).

Me llega un recuerdo a la mente: yo, diez años menor, en casa de mi abuela Virginia. Recuerdo que, el hombre de ojos grises, me atrajo hacia él, me abrazó y me susurró que me habían colocado Virginia porque me querían demasiado. Recuerdo que lloré y él lloró conmigo. Luego, mi mamá me apartó de su lado: era hora de irnos.

"¡Bendición!", le dije a mis abuelos.

"Dios te bendiga" respondió el hombre de ojos grises mientras solo miraba como me marchaba de su lado.

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