Era.

Vivía de amores y desamores.
En busca de alguna emoción.

A veces anhelaba que la vida se detuviera.
Otras deseaba que nunca se acabara.

Nunca quieta.
Siempre en constante movimiento.

Era una hoja que se mecía con el viento.
Era la arena que siempre regresaba a la playa.
Era el agua que descendía y regresaba.
Era la Luna que brillaba por el Sol.
Era el universo que giraba y giraba sin fin.
Era las estrellas que iluminaban el cielo.
Era el viento que despeinaba su cabello.
Era el árbol que parecía no tener fin.
Era el cielo infinito y eterno.
Era el fuego. Brillante y febril.
Era todo en uno y uno en nada.
Era el brillo que desprendía su mirada.
Era cada constelación que adornaba su piel.
Era la flor delicada que abandonaba la rama.
Era cada ave que simplemente volaba.

Era ella.
Todo.
Mucho.
Poco.
Y nada.

Era ella.
La que siempre se contradecía
y nunca se callaba.

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-1

Querido mejor amigo.