Subconciente.

Estaba sola, de pie, en un lugar como cualquier otro. De repente, llegó. Me miró, sonrió y no pude evitar sonreír de vuelta.

Me tomó de la mano y me llevó con él. Me sentí cómoda, como si no hubiese sido la primera vez que sucedía.

Sin saberlo, estábamos en una casa. Nos sentamos y, mientras hablábamos, llegaron sus primos. Nos hablaron, querían saber de mí. Él trató de ignorarlos y me volvió a tomar de la mano.

De la nada, volvimos a estar en la calle y parecía como si no existiese nadie más. Me solté de su mano mientras caminábamos. Luego, como si nada, la volví a tomar. Él jugó con mis dedos, como si desease entrelazarlos con los míos. Lo admito, yo también deseaba que eso sucediese.

Nos sentamos en un banco a mitad de la calle. Nos miramos. De pronto se me acercó. Quedamos cerquísima, sus labios a centímetros de los míos...

Abrí los ojos y escuché el sonido de un ventilador girando.

Me encontraba sola, en mi habitación.

Comentarios

  1. Me ha encantado, me encanta, lo amé, lo amo. Es tan perfecto, adoro como escribes, soy tu fan, en serio. Es uno de tus escritos que entran en mis favoritos, lo amé.

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    1. No pude evitar sonreír cuando leí este comentario. ¡Muchísimas gracias!

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